Grazalema, después de 16 meses
OPINIÓN
Texto y fotos: Pedro Bohórquez Gutiérrez
De vuelta, esta tarde gris y extemporánea de finales de mayo, por Grazalema, tan cerca siempre, con sorpresa, reparo, sin embargo, en que ya pasó otra primavera y no solo esta que a punto se encuentra de expirar, desde que no deambulaba por sus calles. Me acerco a la balconada del Asomadero. El verde aun resiste en las cumbres de la sierra, unánime, y tiende al amarillo y ocre en la lejanía. Encuentro las puntas de los pinsapos más altos del Asomadero, que se derraman terraplén abajo, a punto de rebasar (o eso me parece) el desnivel que conforma el tajo y hace de este un inmenso balcón frente a la ribera del Guadalete, cerrada, al fondo, por la elevación de la planicie de Acinipo, ya en la lejanía. Da la impresión de que se pueden tocar,...