El colectivo Ecologistas en Acción difundió el 9 de mayo de 2016 el siguiente comunicado: «La Diputación provincial [de Cádiz], haciendo oídos sordos de las advertencias sobre las graves consecuencias que puede acarrear el glifosato sobre el medio ambiente y la salud de las personas, se está dedicando a fumigar con este herbicida los alrededores de los pueblos del Parque Natural Sierra de Grazalema. Y todo con perfecto conocimiento de la peligrosidad de este producto, ya que Ecologistas en Acción ha remitido varios informes a la presidenta de la Diputación sin que se haya dignado contestar, lo que dice muy poco de la que, además, es secretaria general del PSOE provincial».
«Es especialmente grave el uso este herbicida de demostrada toxicidad en espacios naturales protegidos y en el entorno de las poblaciones, zonas en las existe un importante paso de personas, y donde se procede con asiduidad a la recolección de espárragos, caracoles, tagarninas, flores… o pasta fauna silvestre y ganado, alguno en régimen ecológico. Por toda precaución, sólo en Benamahoma se ha instalado un cartel advirtiendo de que se ha fumigado la cuneta de la carretera de acceso a esta población, sin más explicaciones ni medidas de prevención. En este pueblo se ha fumigado junto al río Majaceite, en días de abundantes precipitaciones, lo que ha provocado el arrastre del glifosato al río que abastece de agua potable a más de 800.000 personas de la Zona de Abastecimiento Gaditano. En Zahara de la Sierra se ha fumigado en la entrada del pueblo, muy cerca del embalse de Zahara-El Gastor, en donde habrá terminado este producto tóxico.
Los más alarmante es que estas fumigaciones están autorizadas por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, afectando incluso al Área de Reserva del Parque Natural, donde está totalmente prohibido el uso de herbicidas; en este caso la fumigación la ha realizado la delegación de la Consejería de Fomento y Vivienda, cuya delegada tampoco ha respondido a nuestras denuncias.
El glifosato es un producto altamente tóxico que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), dependiente de la OMS, ha clasificado como potencialmente cancerígeno, pudiendo también provocar alteraciones endocrinas. Recientemente, el Parlamento Europeo ha impuesto, por el principio de precaución, serias restricciones al uso del glifosato, permitiendo su uso sólo para los próximos 7 años y para usos exclusivamente agrícolas, excluyendo las zonas de uso público, por lo que debe de dejar de utilizarse en las cunetas y demás zonas anexas a infraestructuras. Así mismo, el Parlamento Europeo ha considerado «inaceptable» el uso del glifosato en prácticas agrícolas previa a la recogida de la cosecha, por aumentar la exposición humana al producto. En el Parque Natural Sierra de Grazalema se ha fumigado, y se sigue fumigando, en cunetas en plena época de recolección de productos tradicionales, que se consumen particularmente, en ventas y restaurantes, o terminan en los mercados contaminados con el glifosato».