Los trabajadores de la Villa Turística de Grazalema se manifestaron el 17 de abril de 2012, al mediodía, en concentración «ruidosa», para pedir la reapertura de dicha instalación. Los empleados expresaron que no tiran la toalla, «a pesar de ver cómo una semana más el reloj de arena está a punto de vaciarse en esta angustiosa cuenta atrás del ERTE» en el que se encuentran inmersos, «sin que las administraciones se pronuncien sobre su situación».
Según dijeron, «nada saben de su futuro, sólo que el precipicio está cada vez mas cerca y que se sepa nadie tiene tendida la cuerda que les salve de ser 25 números mas en la lista del paro».