El equipo técnico contratado por la Diputación de Cádiz para recuperar los restos de personas represaliadas en el cementerio de Villamartín ha emitido su segundo informe desde que comenzaron los trabajos a mediados de septiembre. En esta ocasión refieren los resultados obtenidos hasta final de noviembre. Ya se han exhumado los restos de 30 personas represaliadas y se han localizado las osamentas de otras ocho, según informó el organismo provincial el 13 de diciembre de 2022.
En esta parte de la intervención se ha alcanzado el lecho geológico de las fosas 1 y 2, por lo que han podido recobrarse todos los enterramientos colectivos existentes en dichas zonas. Y se ha avanzado en la búsqueda de represaliados en nuevas fosas: en concreto se ha indagado en la 3, que ya fue localizada en la etapa anterior, además de delimitar la 4 y la 5. Intuye el equipo técnico que estos enclaves pueden albergar “las primeras fosas abiertas tras el golpe de Estado” de julio de 1936 en esta localidad de la Sierra de Cádiz. Además los nuevos restos evidencian el ensañamiento con las víctimas a tenor de los “múltiples signos de violencia”.
De hecho, los signos de muerte violenta se aprecian en 7 individuos, con fracturas causadas por diversa balística y lesiones perimortem. Uno de los sujetos recuperados en la fosa 3 presenta hasta seis impactos de bala. Las osamentas revelan la juventud de los represaliados -la mayoría con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años- y se ha localizado la presencia de un ejecutado menor de 18 años. Casi todas las personas, por el contexto de las fosas y la deposición de los cuerpos, tuvieron que ser asesinados en los primeros compases de la represión ejercida al amparo de los bandos de guerra (entre julio de 1936 y febrero de 1937).
La dinámica del cementerio en las décadas siguientes, con enterramientos normalizados sobre las fosas, ha alterado el estado de diferentes restos, perdiéndose partes anatómicas que dificultan las indagaciones científicas. Sobre los restos recuperados se lleva a cabo un estudio antropológico, además de recopilarse diversos objetos personales: espejos, botones, hebillas, boquillas, mecheros, gemelos, monederos, incluso alguna goma de borrar y un sacapuntas.
El equipo técnico, contratado por el Servicio de Memoria Histórica y Democrática de Diputación, también ha avanzado en la toma de muestras entre vecinos de Villamartín y de poblaciones limítrofes, al objeto de extraer su perfil genético y buscar si hay vínculo familiar con el ADN que se obtenga de los huesos procedentes de las fosas.
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