La Fundación Franz Weber ha solicitado que «ningún menor pueda contemplar una cogida, lesiones o sufrimiento de participantes en encierros taurinos, después del balance de cuatro personas cogidas en Arcos de la Frontera durante el Toro del Aleluya”. En un comunicado difundido el 17 de abril de 2024, los naturalistas proponen «prohibir el acceso de personas menores de edad, como ya sucede en Galicia, Cataluña e Islas Baleares con diferentes rangos, para que en Andalucía se pueda cumplir con una recomendación realizada por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas en 2018». Este organismo de expertas y expertos pidió a España «alejar» a estos grupos poblacionales «para prevenir los posibles efectos nocivos de contemplar la tauromaquia, desde el maltrato y el sufrimiento de los animales, a las lesiones que pueden provocar en los participantes».
Rubén Pérez, coordinador de la campaña «Infancia sin violencia», explicó: «Diferentes especialistas han advertido acerca de la exposición de las personas menores de edad a contenidos violentos, comprobando alteraciones en su comportamiento y midiendo diferentes niveles de agresividad y ansiedad posterior». Pérez añadió: «La exposición a la violencia en la infancia puede contribuir a la normalización de la violencia y fomentar actitudes de aceptación de la agresión hacia animales y también personas».
Las cogidas de diversa consideración registradas en Arcos «pudieron ser contempladas por decenas de menores en las barreras, sin que existiera medida alguna restrictiva», señaló el comunicado.
Según el comunicado, «no es la primera vez que los naturalistas reclaman esta medida legislativa»: En el último año se han producido «incidentes en encierros y eventos taurinos de calle donde se han visto implicadas personas menores de edad en el conjunto de España».