El arqueólogo Jesús Román Román, de El Bosque, dirige una exhumación en el antiguo cementerio municipal de Jimena de la Frontera para recuperar los cuerpos de represaliados por los golpistas que se sublevaron contra la Segunda República y provocaron la Guerra Civil española. Estos trabajos se iniciaron el 1 de julio de 2020. Las investigaciones históricas y las fuentes orales aseguran que más de treinta vecinos de Jimena de la Frontera fueron asesinados en el entorno del castillo y enterrados, en fosas comunes, en el viejo cementerio. Hace un año, en unos sondeos promovidos por el servicio de Memoria Histórica y Democrática de la Diputación de Cádiz, se localizaron los restos de cinco de estas víctimas. El primero de julio de 2020 se inician las tareas de exhumación, de nuevo costeadas por este organismo provincial. El coordinador del equipo técnico contratado por esta institución, el arqueólogo Jesús Román, ha explicado a las familias de los represaliados cómo se ha planteado una intervención que se llevará a cabo durante el verano; 84 años después de las primeras ejecuciones.
En un comunicado, la Diputación informó: «Para presentar esta fase decisiva el Ayuntamiento de Jimena y el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar han convocado un acto público en el que las familias han conocido el planteamiento de la intervención que ahora se inicia. En este acto han intervenido el responsable de Desarrollo Social de Diputación, Daniel Moreno; el alcalde de Jimena de la Frontera, Fran Gómez; el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar, Juan Lozano; la parlamentaria autonómica Inmaculada Nieto; el secretario comarcal de CCOO, Manuel Triano; el presidente del Foro por la Memoria Histórica del Campo de Gibraltar, Andrés Rebolledo, y –en representación de las familias de los represaliados- Pascual Collado.
La superficie del patio se delimitará mediante cuadrículas al objeto de intervenir por sectores. La actividad en el antiguo cementerio de Jimena se prolongó hasta los años 60 del siglo pasado, por lo que se asume que en las primeras cotas se hallarán enterramientos normalizados. Conforme se ahonde en la tierra se confirmará si las fosas con represaliados se localizan en los límites del patio o han sido alteradas por cuarteladas de nichos.
Jesús Román ha explicado que la mayor parte de las víctimas fueron ejecutadas al amparo del bando de guerra, si bien “en Jimena se siguió matando hasta 1949 en aplicación de la denominada Ley de Fugas”. La cifra de represaliados oscila entre 35 y 40 personas.
Diputación ha asumido la financiación de las diferentes fases emprendidas en Jimena: el barrido inicial mediante el geo-radar de la Universidad de Cádiz; los sondeos del año pasado y la actual fase de exhumación. Intervenciones resueltas en coordinación con el Ayuntamiento de Jimena y el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar. La Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar ha confirmado su apoyo económico en próximas fases.
Tras la recuperación de las osamentas comenzará el estudio antropológico de los restos que permitirá determinar sexo, edades, patologías, lesiones peri-mortem y orificios de bala. Y, junto a esa indagación científica, se iniciarán los pasos preliminares hacia la identificación genética. De cada persona recuperada se extrae una muestra ósea con la que se podrá determinar su ADN; por parte del Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar ya se recogieron muestras de saliva de los familiares para que en el laboratorio se puedan obtener células epiteliales. Ambas referencias se cotejarán para verificar si hay concordancia genética que asegure, con garantía científica, si existe vínculo familiar.
El proceso de identificación genética, según ha advertido Jesús Román, es lento, considerando además que varios municipios andaluces esperan los resultados de unas investigaciones que se llevan a cabo en la Universidad de Granada. Es una labor compleja y en muchos casos no comporta resultados positivos, si bien en Jimena de la Frontera sí se alcanzaron historias de éxito en 2012: en dicho año se estableció la concordancia entre los restos de 13 personas, exhumadas desde las fosas del Cortijo del Marrufo, y familias del municipio. En total se recuperaron los huesos de 28 personas que hoy reposan en el cementerio del valle de La Sauceda».