Ecologistas y la Plataforma por los Caminos Públicos denuncian agresiones del propietario de Las Albarradas en la marcha al Salto del Cabrero

Estado de la cancela tras el paso de un grupo de senderista y localización del cierre con cadena y candado.
Estado de la cancela tras el paso de un grupo de senderistas y localización del cierre con cadena y candado.

 

Ecologistas en Acción y la Plataforma por la Recuperación de los Caminos Públicos y las Vías Pecuarias Sierra de Cádiz han formalizado denuncia ante la Guardia Civil por los altercados que tuvieron lugar el 17 de febrero de 2019 en la marcha convocada para demandar la reapertura del camino que va desde el Puerto del Boyar hasta el Salto del Cabrero, «un camino público utilizado desde época inmemorial sin problemas», según dichas entidades. En 2014 el camino fue cerrado por los propietarios de la finca Las Albarradas, y «sigue cerrado a pesar de que el Pleno del Ayuntamiento de Grazalema acordó inscribirlo como público». En un comunicado difundido el 8 de marzo de 2019, ambos colectivos explican: «La marcha, a la que asistieron unas 400 personas, fue interrumpida por el actual propietario de la finca Las Albarradas, Antonio Castilla, y varias personas que lo acompañaban, que habían cerrado la cancela con cadena y candado. Los organizadores de la marcha intentaron dialogar con este señor, pero fue imposible, sólo decía que por allí no pasaba nadie, no ateniéndose a más razones. Al intentar un reducido número de participantes continuar la marcha, dos senderistas  fueron agredidos por el señor Castilla y un empleado suyo. Ante esta tensa situación y la rotunda negativa a abrir la cancela, los participantes en la marcha,  para impedir que se produjeran incidentes más graves aún, optaron por realizar un acto reivindicativo con pancartas ante la cancela, y regresar al Puerto del Boyar, donde pusieron en conocimiento de las dos patrullas de la Guardia Civil allí presente de las agresiones ocurridas y de la imposibilidad de pasar por este camino público».

 El comunicado continúa: «Ahora, Ecologistas en Acción y la Plataforma por la Recuperación de los Caminos Públicos y las Vías Pecuarias Sierra de Cádiz han formalizado la denuncia, adjuntando testigos, fotografías y vídeos de los incidentes.
Esperemos que este tipo de incidentes no vuelvan nunca más a tener lugar, para lo que es imprescindible que el Ayuntamiento de Grazalema tramite correctamente el expediente de clasificación y catalogación de este camino público, otorgándole el carácter de Bien de Dominio Público adscrito al Uso Público, para poder así inscribirlo en el inventario de bienes municipales».
La denuncia dice así:
«Que el pasado sábado 17 de febrero organizamos una marcha por el sendero de uso público que discurre entre el Puerto del Boyar y el Salto del Cabrero. Este sendero ha estado abierto desde tiempo inmemorial, y está incluido entre los senderos de uso público del Parque Natural Sierra de Grazalema, existiendo la correspondiente señalización a la entrada del mismo. Se adjunta como fotografía nº 1.
En 2014, los propietarios de la finca Las Albarradas cerraron el camino instalando cadena y candado en la cancela existente a la entrada del camino por esta finca, colocando un cartel de “Prohibido el paso”. Desde entonces, la mayoría de los senderistas, al encontrar cerrada la cancela, se daban la vuelta y regresaban al Puerto del Boyar. Los que conocemos el carácter y uso público del sendero desde tiempos inmemoriales, y que está incluido entre los senderos del parque natural, hemos continuado ininterrumpidamente recorriéndolo hasta el Salto del Cabrero sin que hayamos tenido incidente alguno. Tan solo teníamos que correr el cerrojo, empujar levemente la puerta, pasar y volver a cerrarla. Y lo mismo al hacer el camino de regreso.
A dicha marcha asistieron unas 400 personas, que se dirigieron por el mencionado sendero hacia el Salto del Cabrero. Al llegar a la finca Las Albarradas nos encontramos con que el actual propietario, Antonio Castilla, presente en el lugar junto a otra media docena de personas, había cerrado la cancela con una cadena y un candado. Al pedirle
que abriera la cancela al tratarse de un camino público, se negó, afirmando que estaba en su finca y que por allí no pasaba nadie. Intentamos dialogar y razonar con él, pero fue imposible. Sí entablamos conversación con el anterior propietario, Carlos Pomar, quien aseguró que el camino era privado, llevando documentación que, a nuestro juicio, no demostraba nada, pues se refería a una licencia de obras de 1995 concedida por el Ayuntamiento de Grazalema para arreglar el camino, y que en ningún caso demuestra la titularidad privada de dicho camino. Por nuestra parte le informamos que existe un expediente en el Ayuntamiento con abundante documentación sobre el carácter público
de este camino, incluido planos que le mostramos.
Así las cosas, varias personas pasaron por el hueco existente entre la cancela y el pilar, pues al estar la cadena a nivel del suelo permitía moverla dejando un estrecho paso, tal y como puede comprobarse en el vídeo adjunto (minuto 0:48). Tanto el propietario de Las Albarradas como el resto de personas que le acompañaban, al parecer empleados
suyos, intentaron impedir que prosiguiéramos el camino, algunos a base de empujones y golpes. En concreto, uno de los empleados de la finca, señalado con un 1 en la fotografía nº 2 y cuyo nombre es Manuel Naranjo, empujó y golpeó con el codo en las costillas a Juan Clavero, y el propietario de la finca, señalado con un 2 en la misma fotografía y cuyo nombre es Antonio Castilla, propinó un puñetazo por la espalda en el cuello a Rodrigo Maeztu Herrera (minuto 0:54). Se adjunta parte médico.
Tras unos momentos de mucha tensión, intentamos razonar con el propietario de Las Albarradas para que nos abrieran la cancela y que pudieran pasar los cientos de personas allí concentradas; pero todo fue en vano, se negaba rotundamente a abrir la cancela insistiendo en que por allí no pasaba nadie. Vista la situación, y para impedir que se
produjeran más incidentes, que caso de proseguir nuestro camino hubieran sido imprevisibles ante la actitud del sr. Castillo y algunas de sus acompañantes, decidimos interrumpir la marcha y regresar al Puerto del Boyar. Los que habíamos pasado la cancela, volvimos a correr el cerrojo, abatimos ligeramente la cancela y pacíficamente salimos de regreso (minuto 2:10).
También queremos destacar que la cancela era en realidad un serie desvencijada de hierros mal soldados, algunos rotos, y como puede apreciarse en el video (minuto 2:20), y en la fotografía nº 3. Incluso tuvimos que sujetarla para que no se cayeran algunos hierros. A la salida cerramos el cerrojo y la dejamos tal y como nos la encontramos,
como puede apreciarse en el video en el minuto 2:45, y en las fotografías nº 4, 5 y 6. La fotografía nº 4 fue realizada por una de las personas que pasaron la cancela, y puede apreciarse no se rompió por nuestro paso, en contra de lo que aseguró el propietario, y que la localización de la cadena y el candado en la parte baja permite el paso con sólo
empujarla un poco.
En el Puerto del Boyar pusimos en conocimiento de las dos patrullas de la Guardia Civil allí presente los incidentes y las agresiones ocurridas, y la imposibilidad de pasar por este camino público. Los guardias civiles tomaron nota y se dirigieron a la cancela del conflicto para identificar a los que habían intervenido en estos lamentables incidentes».

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