El Pleno del Ayuntamiento de Olvera aprobó una moción de IU en defensa de las competencias municipales en materia de servicios sociales. «Se trata de un nuevo acto de la tragedia que comenzó con la nueva redacción del artículo 135 de la Constitución, que subordina toda acción de gobierno al pago de la deuda -que, además, es ilegítima- , primando la rentabilidad de los servicios (sanitarios, educativos, asistenciales) sobre los derechos de la ciudadanía». Con estas palabras resumió Jacobo Camarero, portavoz de Izquierda Unida, el espíritu del anteproyecto de reforma de la administración local elaborado por la cúpula del Partido Popular. La propuesta en contra de esta reforma del Gobierno salió adelante con los votos favorables de Izquierda Unida (6) y el PSOE (5) y con la oposición de los dos concejales del Partido Popular.
En un comunicado difundido el 12 de junio de 2013, el Ayuntamiento expresó: «El edil de la formación de izquierdas consideró despiadadamente lógica la relación entre los recortes en materia de sanidad y educación y la nueva “reforma estructural” de Rajoy. “Se trata de la crónica de una muerte anunciada: la del municipalismo y la de sus valores asistenciales, éticos y morales asociados”, sentenció Camarero, que asimismo censuró la estrategia que, a su juicio, el gobierno central ha utilizado para proceder con este nuevo ataque al sector público: “primero se criminaliza y luego se destruye, vistiendo este macabro proceso con el vestido de presuntos valores universales de racionalidad económica y sostenibilidad financiera, abriendo paso a su objetivo fundamental: la privatización”.
También quiso hacer manifiesto el concejal de la formación izquierdista el apoyo incondicional del Ayuntamiento de Olvera, gobernado por Izquierda Unida desde 2007, a la Marea Naranja recientemente organizada en la localidad y que el miércoles se manifestará en Sevilla en defensa de los servicios sociales municipales. Representantes de este colectivo y el propio portavoz del Grupo Municipal de IU han coincidido en manifestar que están en juego valores básicos como la asistencia a la tercera edad, a las familias en riesgo de exclusión social, a las mujeres maltratadas, a la juventud desorientada, en definitiva, a los grupos sociales más indefensos. “Y no sólo eso: también están en severo peligro los puestos de trabajo del personal que durante más o menos tiempo ha estado en el frente de la batalla de la solidaridad; no la perderemos sin antes luchar”, concluyó Jacobo Camarero».