Los trabajadores de la Villa Turística de Grazalema protagonizaron el 10 de abril de 2012, de 12 a 13 horas, una concentración «ruidosa» en demanda de una respuesta por parte de la Junta de Andalucía ante el cierre de estas instalaciones hoteleras. La Villa cerró sus puertas hace casi dos años para unas obras de remodelación que «a estas fechas deberían de estar culminadas, sin que hayan comenzado aún y por las que sus 25 trabajadores se encuentran inmersos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que concluye el próximo mes de mayo». Según los trabajadores, «el tiempo se agota y las soluciones a su situación no llegan; es el momento de hacerse oír en la calle, al no haber encontrado la solución en los despachos».